Yo campesino
Yo campesino, por Miguel Ángel Rocha. Ferocidad Le llega lumbre a los aparejos y el ganso pretende salpicar a todos de su inmundicia Miguel A. Rocha Valencia Hace meses advertimos: “a...
Yo campesino, por Miguel Ángel Rocha. Ferocidad Le llega lumbre a los aparejos y el ganso pretende salpicar a todos de su inmundicia Miguel A. Rocha Valencia Hace meses advertimos: “a...
Yo campesino, por Miguel Ángel Rocha. Puro cuento Vocifera el ganso autonomía, pero lo tienen doblado desde Estados Unidos Miguel A. Rocha Valencia Desde el vecino país dejan que el me...
Yo campesino, por Miguel Ángel Rocha. El apretón Aunque lo niegue, las noticias que llegan de Estados Unidos apanican al ganso Miguel A. Rocha Valencia Son ya muchos los mensajes que ll...
Yo campesino, por Miguel Ángel Rocha. ¿Privilegios? Ganso acusa a “rivales” de atacarlo para conservar prebendas a las que él se aferra Miguel A. Rocha Valencia El principal privil...
Yo campesino, por Miguel Ángel Rocha. No pudo Fracasos, corrupción, mentiras e impunidad el sello del ganso Miguel A. Rocha Valencia La única manera en que el mesías tropical de conti...
Yo campesino, por Miguel Ángel Rocha. ¿Y los criminales? Las agresiones de militares contra el pueblo aumentan, pero delincuencia crece Miguel A. Rocha Valencia Los datos son duros: mie...
Yo campesino, por Miguel Ángel Rocha. Ridiculizado Dirán que son los neoliberales, periodistas o los de antes, pero el ganso se hunde solo Miguel A. Rocha Valencia No bastó la avalanch...
Yo campesino, por Miguel Ángel Rocha. Semidios El ganso se volvió juez impoluto, su autoridad supera fronteras, se aferrará al poder Miguel A. Rocha Valencia Transformado en mesías, j...
Yo campesino, por Miguel Ángel Rocha. Le dolió Vallas, provocaciones, insultos, descalificaciones, arsenal del ganso contra demócratas Miguel A. Rocha Valencia Ya no le alcanza la sonr...
Yo campesino, por Miguel Ángel Rocha. Irascible Marcha en defensa del INE puso de uñas al ganso que replica con ofensas y acarreados Miguel Ángel Rocha Valencia Igual que sus súbditos...