16 octubre, 2024•By Adalberto Villasana Miranda
Me retiro del tenis profesional. Todo en esta vida tiene un principio y un final: Rafael Nadal. Foto en X @RafaelNadal
Por David Martínez
A comienzos de 2023, cuando se preparaba para defender su título en Melbourne (ese que había ganado un año antes, en un partido de leyenda contra el ruso Medvedev), Rafael Nadal Parera se rompió el tendón del psoas ilíaco, que permite la flexión de la cadera y la flexión de la columna lumbar. Era la centésima lesión del tenista. Se pensaba que, como siempre, volvería.
Pero el tiempo no pasa en balde y la inmensa irreductibilidad del tenista no logró alcanzar esa última bola. Dicho así es triste constatar que no hay lucha más cruel que aquella que emprendes sabiendo que no podrás ganar. Rafa se va, sin poder despedirse a su manera, compitiendo. No tuvo más remedio que aceptar la realidad y exclamar:
– Me retiro del tenis profesional. Todo en esta vida tiene un principio y un final.
Trasciende ahora como uno de los símbolos más reconocibles del deporte, capaz de superarse una y mil veces, de jamás dar nada por perdido, ni siquiera tras perder dos sets e ir 0-40 en el tercero, como ese último triunfo en Australia. Al irse quedan múltiples imágenes, innumerables partidos y parábolas icónicas. Pero seguramente, Rafa será reconocible por su cabeza y su poderosísimo drive, el golpe más letal en la Historia del tenis según André Agassi.
A contra corriente de lo que se piensa, no parece que la final de Wimbledon del 2008, fuese su mejor partido. Un mes antes, sobre mayo, en París, Rafa arrasó a un Federer que vestía completamente de negro (intuyendo el luto que le envolvería el corazón un par de años). El último set fue un verdadero escándalo: un 6-0. Nunca jamás Federer fue vapuleado y exhibido de esa manera. Ese día Rafa fue Mowgli y exhibió la piel del suizo como si fuese un trapo viejo. Roger era, en ese momento, el número uno del mundo, el más guapo y alto de la clase. Se encontró frente a una fuerza de la naturaleza que no sólo lo arrolló sino que lo dejó tirado en el suelo, hecho un mar de dudas. Tal paliza seguía en su cabeza cuando se encontraron más tarde en Londres. Si Roger regaló o no los dos primeros sets del mítico partido es probablemente a causa del impacto que Rafa le dejo en París. Ahí viene de nuevo, ese pantalón pirata que lanza bombas, ese que me martillea y me devuelve el doble de lo que le lanzo. El partido, por supuesto, ya no pertenece al deporte, pues se ha hecho ya tanta literatura que es fácilmente reconocible como uno de los hitos del siglo XXI
Wimbledon es Wimbledon y desde ese partido, la rivalidad entre Rafa y Roger tomó otra categoría. El Rey de la Hierba versus el señor de la Tierra, el pincel contra el martillo, el dandy contra el fachoso. Y ni qué decir de esas palabras, ya en 2009:
– Oh, dios, esto me está matando.
Y si bien es cierto que todos hablan de las diferencias en el juego entre Rafa y Roger, habría que afinar la vista. Veremos que esa es una apreciación exclusivamente estética. En el documental Stroke of Genius, Roger mismo lo afirma: en el fondo somos muy parecidos, tenemos la misma determinación, la misma pasión. Es interesante esta última palabra, pasión. Vemos que ambos comparten un sentimiento intenso, profundo y abrumador que les impulsa a la victoria. La pasión es un tipo de cambio o movimiento que se refiere a la mutación de una cualidad, en este caso al hecho de pasar una pelota más que el contrario. También es verdad que ambos están llenos de paradojas. En el caso de Rafa hay que apuntar que es diestro, pero paso la Historia como zurdo; Rafa, mostró un carácter fuerte, pero siempre desde el respeto; el que era peleón pero disciplinado. Y no tampoco deja de ser contradictorio que de chico soñase con ganar en hierba, pero que acabase adueñándose de la arcilla de París. Ahí queda eso: 116 partidos en Roland Garros, 112 victorias y sólo cuatro derrotas. El mayor reto del deporte, según dijo alguna vez Andy Murray, era ganarle en París, donde nunca perdió una final. Verlo jugar era, citando a Federer, un absoluto honor.
Quizá por su sentido paradójico, uno de los mejores elogios que pueden dedicarse a Rafa es el que recuerda a antiguo. Efectivamente, tiene un aura de viejo héroe griego, esculpido como si fuese un semidios olímpico. Recuerda a Heracles y sus doce trabajos (aunque ya sabemos que el número fetiche para él es catorce), con esa primera melena al viento, con esos bíceps tan fornidos y esa Babolat al frente. Imposible, pues, no pensar en Hesiodo y su poema sobre el escudo: en el centro estaba labrado el Miedo inflexible, indescriptible, mirando atrás fijamente con ojos que brillaban con fuego. Su boca estaba llena de dientes en una hilera blanca, temible y desalentadora, y sobre su severa frente planea aterradora la Discordia, que provoca la estampida de los hombres… estaban moldeados ahí la Persecución y la Fuga, el Tumulto, la Masacre. Se daban prisa alrededor el Alboroto, y terriblemente, la Muerte violenta. Rafa, un privilegiado, el semidios griego de Mallorca, el talento hecho a base de trabajo, como si fuese nacido en Esparta. El sobrino de Toni y el discípulo de Moya. El que conduce un KIA pese a tener un Aston Martin en el garaje. El de los tics y la eternidad al saque. El rival de Federer. El segundo del Big Four. El que ya no podía con Djokovic. El héroe inagotable. El fin de la Historia. Siempre esperé que este día nunca llegara, dijo el gran Roger … díganle que todos los días llegan. Incluso, éste, en el que el señor de la Tierra se ha rendido. Adiós y gracias por todo. A descansar, allá en el Olimpo, en ese mar azul que lleva por nombre Manacor. Ahora, ya, será otro tiempo.
Rafa se va, sin poder despedirse a su manera, compitiendo. No tuvo más remedio que aceptar la realidad.
Rafa será por siempre el rey de la arcilla, solo porque existieron Djokovic y Federer no es considerado el mejor de todos, ahí ya es cuestión de gustos entre el suizo (que para mí es el mejor) o Djokovic (que por números ES el mejor) ya cada quien dará sus argumentos. Excelente artículo !!!
Por un lado, Rosario Robles Berlanga fue encarcelada tres años por la 4T y liberada sujeta a proceso por la llamada “Estafa Maestra” que involucró el desvío de cinco mil millones de pesos, pero sin pruebas contra la extitular de Sedesol en el gobierno de Enrique Peña Nieto. A Ignacio Ovalle Fernández, involucrado en un fraude y robo que suman 15 mil millones de pesos en Segalmex, lo exoneran y “por ser buena persona”, lo protege el ganso con otro cargo público.
Al margen de la contradicción de si fue un enfrentamiento fortuito provocado por los criminales o un operativo planeado a partir de seis meses de seguimiento, el costo para atrapar a Ovidio Guzmán López, fue alto: al menos 11 miembros de las fuerzas de seguridad muertos, entre ellos un coronel y 35 militares heridos. A cambio 19 sicarios fueron abatidos y 21 detenidos. De ese bando no se mencionaron lesionados.
Hoy cobra vigencia el dicho de Joseph de Maistre “cada pueblo o nación tiene el gobierno que merece”. La sentencia es incontrovertible luego de las elecciones del pasado domingo en el Estado de México donde menos del 50 por ciento de sus 12 millones de electores acudieron a las urnas y en la sumatoria de Morena, Verde y Partido del Trabajo, se impusieron a la coalición de PAN, PRI, PRD que fincaba sus esperanzas en una votación copiosa. La gente no respondió.
Rafa será por siempre el rey de la arcilla, solo porque existieron Djokovic y Federer no es considerado el mejor de todos, ahí ya es cuestión de gustos entre el suizo (que para mí es el mejor) o Djokovic (que por números ES el mejor) ya cada quien dará sus argumentos. Excelente artículo !!!