Ignorantes con poder
Puede verse la ignorancia de la administración federal que afirma que la labor de las agencias no es necesaria en estos tiempos.
Durante la gestión del alcalde Aldo Ledezma Reyna en Cuautitlán, que ahora está con licencia y en campaña por la reelección en el municipio, se multiplicaron los contratos de adquisiciones de bienes con precios inflados y de calidad dudosa, lo que significó la erogación de millones de pesos en detrimento de las finanzas municipales.
Un ejemplo de ello es el contrato correspondiente a la licitación MCM/DA/SRM/LPN/22/2023, para la adquisición de materiales y enseres de limpieza, adjudicado por el ayuntamiento a la empresa “Comercializadora Adialtex”, con fecha 11 de mayo de 2023.
El contrato, por un total de tres millones y medio de pesos IVA incluido, contiene 68 partidas de otros tantos artículos, muchos de los cuales tienen notables sobreprecios, o bien son descritos con tal vaguedad que es imposible determinar si el costo contratado corresponde a precios de mercado.
Algunos de los rubros dan idea de los abultados costos pagados por el municipio en ese contrato. La primera partida, cuya descripción dice “aceite rojo para muebles 3 en 1 de 480 ml” fue cotizada en $266.43 la unidad, más IVA, que da la cantidad unitaria de $309.06. Sin embargo, en tiendas de autoservicio el precio regular de ese producto de es 115 pesos, y en oferta se le llega a encontrar por menos de cien pesos. Es decir, el aceite para muebles se compró por el municipio de Cuautitlán a tres veces su precio. La partida de 110 piezas importó 34 mil pesos según el contrato mencionado, en tanto que al precio regular de tienda la erogación habría sido de 12,650 pesos, una diferencia de más de veintiún mil pesos por un solo producto.
El esquema se repite en todos los renglones. El número 4 describe “Amonia en polvo con bicloro de 582 gr (tipo Ajax)”, del que se compraron 600 botes a un precio de $127.33, para un total de $76,398.00 más IVA, es decir, $88,621.68 de amonia. Pero el Ajax, la marca citada como referencia, cuesta en cualquier supermercado 39 pesos, por lo que a ese precio la partida importaría $23,400, es decir la tercera parte de lo erogado, una diferencia de más de cincuenta mil pesos en botes de Ajax, que se vendieron a más del triple de su precio real.
Una de las partidas más voluminosas y costosas es de papel higiénico, del cual se contrataron 630 cajas de papel en bobinas de 380 metros, a $765 cada caja, más IVA, lo cual suma $887.40 por unidad, con un valor total de $481,950 más IVA, lo cual suma $559,062. En el mercado no es tan fácil encontrar esa medida, pero los rollos entre 350 y 400 metros tienen precios de alrededor de 500 pesos, incluido el IVA, con lo cual la compra total habría sido de un poco más de 300 mil pesos. Hay unos 250 mil pesos de sobreprecio.
Se compraron también 400 litros de líquido destapacaños a un precio unitario de $191.53 más IVA, es decir $222.17 por botella, casi 89 mil pesos por la partida completa. Pero de las marcas más comunes el litro cuesta menos de 100 pesos, lo que sumaría menos de 40 mil pesos en total. Nuevamente un sobreprecio de más del 100 por ciento, casi 50 mil pesos de más.
Luego hay otros rubros que, a diferencia de los primeros en que hay la referencia a alguna marca, lo cual está expresamente prohibido por la ley, la descripción es absolutamente vaga. Un caso poco significativo en términos monetarios es la compra de piedra pómex, de la cual se adquirieron 50 costales, a $655 cada uno. No se detalla especificación alguna de la piedra ni el tamaño o peso del costal. Imposible determinar si el precio corresponde al mercado, si está inflado, o la calidad del producto. Y como este caso, muchos otros. Se compraron botes de basura que sólo se identifican como “chico” y “grande”, sin que pueda saberse cuáles son las dimensiones y calidades de lo comprado y por tanto de su costo real.
Otras muchas partidas presentan discrepancias similares a los ejemplos referidos, y éste es sólo uno de los muchos contratos suscritos en la administración del alcalde Ledezma, que ahora pretende reelegirse. Pero antes la ciudadanía tiene el derecho de ser informada sobre cómo se ejerció el gasto que proviene de sus impuestos.
En Cuautitlán, turbio gasto en limpieza
Durante la gestión del alcalde Aldo Ledezma Reyna en Cuautitlán, que ahora está con licencia y en campaña por la reelección en el municipio, se multiplicaron los contratos de adquisiciones de bienes con precios inflados y de calidad dudosa, lo que significó la erogación de millones de pesos en detrimento de las finanzas municipales.
Un ejemplo de ello es el contrato correspondiente a la licitación MCM/DA/SRM/LPN/22/2023, para la adquisición de materiales y enseres de limpieza, adjudicado por el ayuntamiento a la empresa “Comercializadora Adialtex”, con fecha 11 de mayo de 2023.
El contrato, por un total de tres millones y medio de pesos IVA incluido, contiene 68 partidas de otros tantos artículos, muchos de los cuales tienen notables sobreprecios, o bien son descritos con tal vaguedad que es imposible determinar si el costo contratado corresponde a precios de mercado.
Algunos de los rubros dan idea de los abultados costos pagados por el municipio en ese contrato. La primera partida, cuya descripción dice “aceite rojo para muebles 3 en 1 de 480 ml” fue cotizada en $266.43 la unidad, más IVA, que da la cantidad unitaria de $309.06. Sin embargo, en tiendas de autoservicio el precio regular de ese producto de es 115 pesos, y en oferta se le llega a encontrar por menos de cien pesos. Es decir, el aceite para muebles se compró por el municipio de Cuautitlán a tres veces su precio. La partida de 110 piezas importó 34 mil pesos según el contrato mencionado, en tanto que al precio regular de tienda la erogación habría sido de 12,650 pesos, una diferencia de más de veintiún mil pesos por un solo producto.
El esquema se repite en todos los renglones. El número 4 describe “Amonia en polvo con bicloro de 582 gr (tipo Ajax)”, del que se compraron 600 botes a un precio de $127.33, para un total de $76,398.00 más IVA, es decir, $88,621.68 de amonia. Pero el Ajax, la marca citada como referencia, cuesta en cualquier supermercado 39 pesos, por lo que a ese precio la partida importaría $23,400, es decir la tercera parte de lo erogado, una diferencia de más de cincuenta mil pesos en botes de Ajax, que se vendieron a más del triple de su precio real.
Una de las partidas más voluminosas y costosas es de papel higiénico, del cual se contrataron 630 cajas de papel en bobinas de 380 metros, a $765 cada caja, más IVA, lo cual suma $887.40 por unidad, con un valor total de $481,950 más IVA, lo cual suma $559,062. En el mercado no es tan fácil encontrar esa medida, pero los rollos entre 350 y 400 metros tienen precios de alrededor de 500 pesos, incluido el IVA, con lo cual la compra total habría sido de un poco más de 300 mil pesos. Hay unos 250 mil pesos de sobreprecio.
Se compraron también 400 litros de líquido destapacaños a un precio unitario de $191.53 más IVA, es decir $222.17 por botella, casi 89 mil pesos por la partida completa. Pero de las marcas más comunes el litro cuesta menos de 100 pesos, lo que sumaría menos de 40 mil pesos en total. Nuevamente un sobreprecio de más del 100 por ciento, casi 50 mil pesos de más.
Luego hay otros rubros que, a diferencia de los primeros en que hay la referencia a alguna marca, lo cual está expresamente prohibido por la ley, la descripción es absolutamente vaga. Un caso poco significativo en términos monetarios es la compra de piedra pómex, de la cual se adquirieron 50 costales, a $655 cada uno. No se detalla especificación alguna de la piedra ni el tamaño o peso del costal. Imposible determinar si el precio corresponde al mercado, si está inflado, o la calidad del producto. Y como este caso, muchos otros. Se compraron botes de basura que sólo se identifican como “chico” y “grande”, sin que pueda saberse cuáles son las dimensiones y calidades de lo comprado y por tanto de su costo real.
Otras muchas partidas presentan discrepancias similares a los ejemplos referidos, y éste es sólo uno de los muchos contratos suscritos en la administración del alcalde Ledezma, que ahora pretende reelegirse. Pero antes la ciudadanía tiene el derecho de ser informada sobre cómo se ejerció el gasto que proviene de sus impuestos.
Puede verse la ignorancia de la administración federal que afirma que la labor de las agencias no es necesaria en estos tiempos.
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