Cae a lo más bajo de la escala humana
Yo Campesino. Sin dignidad. Yasmín Esquivel Mossa de Rioboó, cae a lo más bajo de la escala humana y profesional. Miguel A. Rocha Valencia.
Seleccionado para poder concursar entre muchos candidatos por su nivel técnico, Porfirio López Félix, es doblemente triunfador.
Por Marco Antonio Villasana
“Aquí en México dicen que el ballet es para niñas, esa frase es pura ignorancia”. Isaac Hernández
Porfirio López Félix, a sus once años, es un triunfador, obtuvo el Primer Lugar del XV Concurso Nacional de Ballet Infantil y Juvenil 2023, en la Categoría B, en el certamen más importante de esta disciplina artística en todo México.
Es originario de Hermosillo, Sonora, con la simpatía de un infante, pero de gran madurez para su edad, proviene de una familia de artistas, su bisabuelo, Manuel Romo Rodríguez, un destacado artista plástico, su madre Astrid Eleonora Félix Oceguera, bailó danza clásica con la maestra Martha Bracho (bailarina y coreógrafa, pionera de la danza en el estado de Sonora) y su padre, José Luis López Romo, es músico.
La convocatoria fue a nivel nacional
El XV Concurso de Ballet Infantil y Juvenil 2023, fue organizado por la Sociedad Mexicana de Maestros de Danza. La convocatoria fue a nivel nacional, dirigida a estudiantes de ballet en cinco categorías: Categoría A, de 8 y 9 años, Categoría B, 10 y 11 años, Categoría C, 12 y 13 años, Categoría D, 14 y 15 años, y Categoría E, de 16 a 18 años.
Doblemente triunfador
Para participar en el XV Concurso Nacional de Ballet Infantil y Juvenil 2023, este joven y talentoso bailarín, tuvo que enviar un video mostrando sus capacidades, para ser aprobado por el jurado de preselección, esto quiere decir que Porfirio López Félix, es doblemente triunfador, pues fue seleccionado para poder concursar entre muchos candidatos por su nivel técnico.
El objetivo de este concurso, que se viene celebrando cada dos años, desde 1995, es impulsar y promover el estudio del ballet en los niños y jóvenes, dar a conocer nuevos valores juveniles de los diversos estados de la República, impulsar a los jóvenes estudiantes de danza a adquirir un nivel profesional competitivo internacionalmente.
Concursó contra 32 participantes en su categoría
Porfirio, que lleva ese nombre en honor de uno de sus bisabuelos, y que significa de “carácter recio, seguro y naturaleza tranquila y serena”, y vaya que estas cualidades checan con él, concursó contra 32 participantes en su categoría, fue él único varón en este grupo formado en su mayoría por niñas, provenientes de Aguascalientes, Coahuila, Culiacán, Chihuahua, Estado de México, Jalisco, Nuevo León, Quintana Roo, Sinaloa, Veracruz y Yucatán, se podría pensar que por ser varón ganó, y no es así, como explica su maestra Bárbara Garza (bailarina, maestra de ballet clásico desde hace 20 años, egresada de la Escuela Nacional del Ballet de la Habana, Licenciada en educación artística de la Universidad Veracruzana y Directora de su escuela que lleva su nombre en Hermosillo Sonora) “Es el primer niño que lo gana, el primer varón sonorense que pisa el Palacio de las Bellas Artes, hay bailarines que nunca han tenido esa oportunidad, y Porfirio la tuvo. Nos emociona, nos sentimos orgullosos, yo como maestra y el resto de nuestra comunidad de la escuela, al igual que sus padres. Pudo también no haber ganado nada, pero el jurado vio un talento en él y tan es así que no sólo le dieron el Primer Lugar, sino también una beca para la Escuela del Houston Ballet, una de las más importantes de Estados Unidos, el próximo año; la beca consiste en un intensivo de verano de cinco semanas, fue otorgada por su director Claudio Muñoz (Ballet Master en el Houston Ballet, bailó roles principales en Perú, Uruguay, Argentina, Nueva York). Para nosotros es motivo de seguir trabajando y seguir creyendo en estos niños talento.”
Al preguntar a la madre de Porfirio sobre su sentimiento al verlo ganar contestó. “Me dan ganas de llorar todavía cuando me lo preguntan, me emocioné mucho, siempre tuve la confianza que lo iba a lograr.”
Jóvenes dedicados al estudio, deporte y arte
La familia de Porfirio consta de seis hermanos, niños y jóvenes dedicados al estudio, al deporte y el arte. “Somos seis hermanos, el más grande de 17, jugaba fútbol, luego se metió a rescate, es como acampar, defensa personal, sobrevivir; sigue otro de 16, juega básquetbol es muy bueno; mi hermana de quince, ella es gimnasta, es también muy buena, ha ido a competencias nacionales; sigo yo, de once, mi hermano chiquito de ocho, hace también básquet, y Eleonora, de dos, no sabemos que va hacer, baila y canta.”
Inició el estudio del ballet a los siete años
Porfirio inició el estudio del ballet a los siete años, lleva cuatro años asistiendo a clase de dos a tres horas diarias de lunes a viernes. El platica que una de sus tías, quería que su hijo estudiara ballet, pero no había clase para varones en la escuela de la maestra Bárbara Garza, con este fin ella le preguntó al padre de Porfirio, si le gustaría que él también estudiara esta disciplina, y “mi apá dijo vamos a ver.”
Este novel bailarín, comenzó en un Programa Piloto de Becas, dirigido a varones, siendo al final del curso uno de los niños más sobresalientes. “Primero comenzaron las clases de prueba y yo no entendía nada, sólo copiaba, luego pasó mucho tiempo y ya mejoré.”
El ratón vaquero
La coreografía que presentó Porfirio para el concurso de ballet fue basada en la pieza musical “El ratón vaquero” de Gabilondo Soler, con duración de dos minutos. “Primero hicimos en la escuela un Festival de Cri-CRi, y a mí me tocó El ratón vaquero, así que la maestra dijo que yo iba a concursar con El ratón vaquero, y como ya la tenía se me hacía más fácil; la parte más difícil es un brinco, doble saut de basque, como un cuatro y giro, en el concurso me salió bien. La primera vez que lo hice fue en otra variación y yo sólo hacía uno, la maestra me preguntó si lo sabía, lo practicamos y me puso dos saltos. Me gustó mucho representar a El ratón vaquero.”
Jugó básquetbol, fútbol y estudió también karate
Porfirio no sólo ha tomado clases de ballet, antes de esta disciplina jugó básquetbol, fútbol, estudió también karate, y también baila hip hop. En su historial dancístico además de “El ratón vaquero”, ha interpretado a un ruso, un arlequín y un tamborilero, lo que le ha proporcionado tablas escénicas, y afirma que al interpretar un personaje “No eres tú, sino eres el personaje”, asimismo el haber pisado ya otros escenarios en su tierra natal Hermosillo, Sonora, le dio la experiencia de presentarse como en su casa, sin ningún nerviosismo, en el magno foro del Palacio de Bellas Artes, pero eso sí declara con mucha adrenalina. “La sentí un chorro, pero me ayudó”.
Algo también importante de comentar, ya que Porfirio y la maestra Bárbara Garza cuidaron todos los detalles de su presentación fue el excelente vestuario que utilizó, elaborado por la diseñadora Ana Silvia Cruz.
Mi agradecimiento primero a Dios
Su vivencia y su sentir de ser ganador de esta presea, ovacionado en el foro más importante de México, y felicitado por el Presidente Municipal de Hermosillo, Antonio Astiazarán Gutiérrez, Porfirio lo resume así: “Mi agradecimiento primero a Dios, a mis padres, a mis maestros y a mis amigos, fue mucho esfuerzo, disciplina, responsabilidad y entrenamiento” y sobre su gusto de practicar ballet clásico, afirma “Al bailar vuelo, me siento libre, siento alegría y felicidad.”
Confiamos que las autoridades culturales hermosillenses y el Presidente Municipal, apoyen a este sobresaliente niño artista a alcanzar sus metas, tanto en su desarrollo como en su próximo viaje de estudio a Houston Texas.
Niñas y niños lo pueden practicar
Un punto que es importante destacar, es que la sociedad por ignorancia descalifica y no entiende que el ballet es una actividad artística formativa, que niñas y niños la pueden practicar, que aporta al individuo disciplina no sólo para un escenario sino para la vida misma, y que muchos atletas, como clavadistas, la practican para que sus saltos sean más estéticos.
Esta ignorancia no sólo es privativa de sociedades latinas, hay que recordar el escándalo que se disparó en el 2019, al comentar Lara Spencer, presentadora inglesa de manera sarcástica que el hijo mayor de los Príncipes de Galles William y Key, el Príncipe Jorge, a los cinco años tomaba clases de ballet.
Al respecto el padre de Porfirio, José Luis López Romo, al verse cuestionado por la actividad artística que practica su hijo comentó “Él exploró diversas actividades deportivas pero fue el ballet clásico donde potencializó sus habilidades, sus amigos lo aceptaron positivamente a diferencia de los adultos que con prejuicios no ven con buenos ojos que los niños se dediquen a esta forma de arte escénico.”
Por su parte Bárbara Garza, tutora de Porfirio, declaró “Hay muchos prejuicios todavía, estamos en un país, en un estado, donde todavía no se entiende, nos falta mucha cultura, pero en eso estamos trabajando para que la sociedad comprenda, entienda, acepte, que la danza clásica es también para niños, que es una carrera como cualquier otra, y que implica mucho sacrificio, trabajo y constancia.”
Para finalizar, Porfirio, quien disfruta como cualquier otro niño del helado de chocolate, que ya se prepara estudiando inglés para su viaje a Estados Unidos, y que uno de sus héroes personales es el bailarín mexicano Isaac Hernández, aconseja a otros niños que quieran incursionar en el mundo del ballet. “Que el ballet es muy bonito y que si algo te gusta, que seas feliz con ello.”
Colofón
Pasarán los años, no sé si yo estaré todavía en este plano, pero de algo sí estoy seguro es que entrevisté a Porfirio López Félix, un primer bailarín en potencia y quien podrá llegar a ser el mejor del mundo en un futuro próximo. Mis felicitaciones a él, a sus padres y maestros.
Muchas felicidades para Porfirio López Félix, si a sus once años es un triunfador y con su carisma y prácticas, será un excelente bailarín en un futuro no muy lejano. Saludos.