26 noviembre, 2025•By Adalberto Villasana Miranda
Miguel Ángel Rocha. Yo campesino.
Yo Campesino
Plagiarios
Rechaza oficialismo discurso opositor; no son corruptos ni autoritarios
Miguel A. Rocha Valencia
Nunca quedó mejor el dicho aquél de “dime de qué presumes y te diré de qué careces” ahora que la 4T pregona a los cuatro vientos que no son corruptos, no son represores autoritarios ni persiguen a nadie por pensar distinto.
Además, presumen como el buen samaritano que no son como los “otros”, que no pretenden perpetuar en el poder a una élite. Que los de la 4T no son un club de privilegiados, que se acabaron los lujos, no acosan a la prensa independiente ni mucho menos se prohija la impunidad de los funcionarios, amigos o familiares infractores.
No favorecen el enriquecimiento de la élite gubernamental como antes ocurría y sí castigan actos de corrupción, además de no hacer negocios turbios a la sombra del poder otorgando contratos. Presumen transparencia en el gasto público apegándose a la normatividad.
A este paso y bajo ese esquema seguramente el profeta cuatroteista será canonizado o al menos beatificado y La Chingada de Chiapas, se convertirá en su momento, en un punto de peregrinaciones de su fervorosa, agradecida y sabia feligresía.
Y es que en los mismos discursos afirman que no se chantajea a nadie, se protege debidamente a periodistas y demás críticos disidentes, descastados antipatriotas y aspiracionistas que quisieran ver fracasar a la 4T y con ello llevar a México a crisis de violencia, a la ruina económica y confrontación social clasista o entre miembros de la tribu en el poder.
Esos son enemigos del pueblo que buscan reverdecer privilegios, enriquecerse del presupuesto otorgándose canonjías, contratos como no lo hacen los de la familia López Beltrán y sus amigos.
Descarados corruptos neoliberales que se despachan lujos y presumen riquezas, viajes, compras, ropas o joyas de prestigiadas marcas y que aún se atreven a exhibirse cínicamente en propiedades valuadas en dólares lo mismo en el extranjero que en territorio nacional.
Delincuentazos seguidores de García Luna que se asocian con el crimen organizado desde posiciones del gobierno federal o estatales, que delinquen impunemente y crean sus cárteles nacionales o regionales que matan a opositores o les ponen el dedo para ser víctimas.
Esos detractores del gobierno que se la viven chismeando y desprestigiando a los opositores políticos, empresarios, líderes sociales, periodistas y hasta youtuberos de quienes ilegalmente exhiben domicilios, cuentas bancarias con perfiles sociales y económicos.
Deberían ser como los de la cuarta que no mienten, no roban, no son corruptos, no chantajean y son paladines de la transparencia y el buen gasto, incapaces de hacer “maromas” con el dinero público o los contratos de servicios, productos o de obras, es decir, observan a pie juntillas la disposición del presupuesto de Egresos sin desviaciones ni componendas, como hacían los de antes.
Por eso esos enemigos del pueblo agradecido no merecen siquiera salir a la calle por que son unos provocadores, sembradores de violencia y odio, improductivos, vendidos a intereses oscuros e inconfesables que no representan a nadie, pero si estoy cierto que son una minoría que busca en la calle lo son incapaces de negociar en el diálogo que siempre está abierto a todas las demandas.
Porque en la 4T no se deslegitima a nadie a priori, se le atiende como se ha hecho con los políticos asesinados, especialmente si son de oposición, incluyendo a Carlos Manzo; pidieron ayuda, se les dio de inmediato y sobrada, y si los mataron fue culpa de ellos o de sus cercanos.
Y contra lo que opinan esos detractores, en el gran círculo de hermandad no se acepta a sujetos que han hecho de la corrupción su forma de vida; se respeta la libertad de expresión, no hay persecución contra la prensa independiente ni mucho menos de los periodistas profesionales, especialmente aquellos que cobran en palacio Nacional.
Por eso, debemos rechazar que el Global Organized Crime Index 2025 coloque a México en el tercer lugar mundial en criminalidad con 7.68 puntos sobre 10, solo detrás de Myanmar y Colombia, un mucho menos habremos de aceptar que nuestro país sea el primer lugar global “en mercados criminales con 8.27 puntos, superando a todos las naciones del planeta”.
Dices ese infame reporte que “el crimen organizado opera como un sistema profundamente arraigado con infiltración masiva en instituciones públicas. Los mercados ilícitos más consolidados incluyen trata de personas, tráfico de migrantes, armas, drogas sintéticas (fentanilo y metanfetaminas), delitos ambientales (tala ilegal, tráfico de jaguares y reptiles) y ciberdelitos, todos con puntuaciones entre las más altas del mundo”.
Incluso se atreven a afirmar que la corrupción gubernamental es el mayor facilitador del crimen. Los “actores incrustados en el Estado” recibieron una calificación de 8.50, lo que significa que funcionarios corruptos operan desde dentro de las instituciones. La infiltración se extiende desde municipios hasta niveles federales, afectando procesos electorales, aduanas, policías, el sistema judicial y las cárceles. Puras falacias de los enemigos de México.
El rector Enrique Graue Wiechers afirmó que la UNAM es una universidad libre y autónoma, en donde todos podemos expresarnos con libertad, respeto y sin hegemonías ideológicas impuestas.
Habrá que reconsiderar el uso del cubrebocas, toda vez que en México circulan cuatro tipos de la variante Ómicron -a su vez, variante del SARS-Cov-2, causante de la enfermedad Covid-19, lo que coloca al país en la posición 19 a nivel mundial, con 7.5 millones de contagios, sin embargo, es preocupante, dijo, que en la última semana haya habido un aumento nacional de 20.2 por ciento, señaló Teresa García Gasca, rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
Sin los huracanes, el noreste del país es una zona de poca lluvia, semiárida. Por ello, la gestión del agua debe hacerse de forma más conservadora y segura, pensando en que las precipitaciones que provocan esos fenómenos meteorológicos “son un extra y no lo común”, expuso el investigador del Instituto de Geografía de la UNAM, Víctor Magaña Rueda.
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