La crisis que vive México es provocada por el ganso, le sirve

12 junio, 2023 By Adalberto Villasana Miranda
Yo campesino, por Miguel Ángel Rocha.
Yo campesino, por Miguel Ángel Rocha.

Yo Campesino

Demencial

Aunque parezca increíble, la crisis que vive México es provocada por el ganso, le sirve

Miguel A. Rocha Valencia

Las condiciones de México-país, no mejorarán y si lo hacen será por su propia inercia, su gente aspiracionista y el tamaño de su economía no porque así lo quiera el ganso, quien además no tendría la capacidad para hacerlo.

Y es que al caudillo de Tepetitán le conviene que los mexicanos estemos sometidos a problemas económicos, salud, seguridad, educación y especialmente confrontados en base a un falso debate sobre la “lucha de clases” que, en este caso, se parte en la definición de entre quienes quieren vivir bien si trabajar y los que se esfuerzan para lograr.

De eso se nutre la 4T, incluso él mismo y varios funcionarios de su gabinete lo revelan en ocasiones cuando afirman que desgracias como la pandemia que mató a más de 800 mil mexicanos, le cayó al mesías como anillo del dedo pues le sirvió para justificar la concentración y discrecionalidad sobre al menos 350 mil millones de pesos anuales de una partida que ya no es secreta, pero encierra gran cantidad de corrupción al destinarse esos dineros a lo que se le antoje.

Gracias a ello, el mesías tropical logró concentrar vía sus esbirros del Congreso federal y gobernadores gran parte del gasto público sin tener que reportar ni justificar, pero le sirven para comprar agradecimientos.

Pero para que una persona le agradezca dádivas del presupuesto, se necesita que tengan necesidad, problemas como que no les alcance para la canasta básica, para comprar medicamentos (aunque se muera el afectado) que estén sometidos a miedos como la presión del crimen organizado con secuestros y cobros de piso, así como sus 157 mil asesinatos.

De esa manera verán a su salvador como un auténtico mesías justiciero a pesar de ser él el causante directo o indirecto de lo que sucede, por aplicar políticas públicas empobrecedoras, cancelar planes, programas y fideicomisos para luego alzarse como el gran benefactor.

Pero eso tiene un costo como en materia económica donde a pesar de que se manipulen impuesto con el inmediatismo de control inflación, los daños se pagan en años como el incremento de la deuda o la cancelación de obras como ocurre en la actualidad y se le deja todo el peso al aumento de tasas de interés que todos pagamos ya sea por el aumento al débito que genera o un mayor empobrecimiento de la población a quien se le encarece el dinero de préstamos al consumo.

Anillo al dedo es que a la gente con todo y empleo no le alcance con lo que le pagan para satisfacer necesidades básicas como alimentación, salud, educación o renta porque eso lo hace vulnerable a la dádiva, la va a buscar y habrá de presumir de pobre para que se la den sin saber que su condición se deriva precisamente de políticas que al final no están equivocadas, así se diseñaron para hacernos dependientes.

Por eso al profeta de Macuspana no le importa cómo está el país ni que se avecine una gran crisis derivado de los intereses de la deuda que se incrementaron más del 20 por ciento, lo cual obliga a cancelar la precaria inversión pública. No le interesa que dentro de un año salga toda la basura acumulada bajo la alfombra. Para entonces, según sus cálculos, su movimiento habrá logrado la anhelada transexenalidad.

Y con ello, consolidado un sistema concentrador de poder, violador de la Constitución y sujeción férrea a los demás poderes.

Pero en esa ecuación hay un error garrafal: México, convertido en tres años en la 17 potencia económica mundial después de disputas el doceavo. Es demasiado grande, tanto que no le bastarán al Peje sus seis años para destruirlo y su dinámica, la vocación aspiracionista de su gente habrá de sacarnos adelante, incluso con aquellos empresarios que ofrecieron invertir 30 mil millones de dólares en los próximos años.

La verdad es que esos empresarios y más de una de las corcholatas presidenciales, están a la espera de que el tlatoani se vaya a la Chingada para poder hacer lo suyo y no tener que enfrentarse de lleno con el poderío del actual mandatario.

Tanto en las cámaras industriales, comerciales y hombres de negocios nacionales y extranjeros, está lista la inversión, las calificadoras internacionales incluyendo al Bank of America apuestan por un gobierno sin el ganso y será un cambio, repetimos, por la simple inercia de la economía mexicana para salir el hoyo.

En lo que si hay preocupación son los temas de inseguridad y alta intervención de las fuerzas armadas en la vida nacional. Por un lado, parece que los criminales lograron consolidar sus empresas y por el otro los uniformados acumularon un poder financiero que no dejarán fácilmente. En ambos casos el tema se puede complicar, pero con alguien, quien quiera que sea que no tenga las complicidades del actual, vamos a mejorar.

Bueno eso espero, aunque como dicen una cosa es lo que uno desea y otra lo que es.

Categorias: Opinión 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Tambien te podria interesar...

Image

Tendrá un alto costo reconstruir México

26 diciembre, 2023

Reconstruir al país tendrá un alto costo social, financiero y en vidas. Yo Campesino. Desastrosa 4T. Miguel A. Rocha Valencia.

Image

TEXTUALes

27 marzo, 2023

Debe analizarse bien el tema de la escasez del agua en México, porque al ser una nación rica en recursos naturales, la pregunta es: ¿escasez o mala gestión?

Image

TEXTUALes

22 mayo, 2023

Es WhatsApp la red social más usada por los mexicanos, pregúntele a la ministra presidente Norma Piña Hernández y al senador Alejandro Armenta Mier. Además, estás plataformas se han convertido en los principales canales de participación política en América Latina.

Image

Continúan los regalotes del ganso a Sedena

27 diciembre, 2023

A regalotes del ganso a Sedena se suma Mexicana de Aviación con subsidio por 7.9 mmdp. Yo Campesino ¿Negociazos? Miguel A. Rocha Valencia.

Cargando...